La desesperación de una mujer que debe operarse de urgencia y el Hospital Ramón Carrillo le cobra $400 mil
Verónica Quiroga fue atendida de urgencia y fue diagnosticada con colecistitis (inflamación vesicular) y por contar con obra social el nosocomio le niega la cirugía.
La mujer en diálogo con El Chorrillero contó que el 14 de marzo debió ser internada de urgencia por su estado de salud, le realizaron análisis y ecografías y determinaron que su vesícula estaba a punto de “reventar”. La doctora de guardia le prescribió una cirugía de urgencia para el mes de mayo.
“Fui con la orden que me dio la doctora para el cirujano y de entrada me di cuenta de que las cosas no estaban bien. Antes de ver al cirujano me hicieron pasar por facturación, allí me cobraron una consulta de $3600”, contó Quiroga.
Después de la consulta se dirigió a la mesa de entrada, para adquirir un turno para los análisis prequirúrgicos y confirmar la cirugía pero nuevamente fue conducida por el personal al área de facturación.
“Me dijeron que figuraba obra social pero yo les había comentado mi situación. Los empleados me dijeron que el hospital no cubriría los gastos y no me ayudarían en nada, que no podían hacer nada por mi. Me fui llorando, me puse muy mal. Cuando agarré el presupuesto me quería morir”, contó.
Quiroga transmitió que “el cirujano tenía toda la intención de operarme pero el hospital no. Se supone que es público y que cualquier persona que no tenga cobertura puede dirigirse ahí. No tengo el dinero para pagar, es imposible que cuente con $400 mil para operarme”.
Quiroga manifestó que se encuentra desesperada, que su estado de salud le impide comer y hasta tomar agua. Además ya no puede desplazarse en bicicleta para ir a trabajar y hasta le cuesta sentarse por los dolores que padece.
“ $243 mil vale la cirugía, $40 mil los medicamentos, $94 mil pesos de anestesia, casi $6 mil el estudio de la vesícula y casi $12 mil un estudio complementario, pero no tengo cómo pagar”, señaló.
“Fui con toda la esperanza, es una operación de vesícula, no es de tanta complejidad. Estoy muy decepcionada, los profesionales me atendieron muy bien pero más allá de eso la burocracia del hospital es otra cosa”, cerró.